lunes, 30 de enero de 2012

Muchisíiiiiiiiisimo frío .... en Corral de Almaguer.

Pensábamos que aún no había llegado el invierno, tras estas semanas de buen tiempo. Pero el viento del norte está dejando un ambiente gélido, que en bici lo parece mucho más.

El caso es que hoy tocaban 4:30 horas a ritmo quema grasa, según el libro -que estoy deseando quemar -. En realidad tocaban ayer, pero los que trabajamos sábados y domingos de vez en cuando, no podemos seguir al pie de la letra lo planificado en los entrenamientos.

Ayer pudimos comprobar que el viento del norte era fuerte y frío. Y así es difícil dar pedales. Hoy decidimos poner rumbo norte, para hacer más fácil la vuelta. El destino ... Corral de Almaguer, lugar en el que no había estado nunca.

La ruta es muy sencilla, se hace sin ninguna dificultad, todo llano y excelentes pistas. El primer pueblo que se visita es la Puebla de Almoradiel. Cuando vamos a echar el primer trago de agua del Camelbak .... "res", la manguera está congelada y el agua hecho un bloque en ella. El de la botella va bien, con el pitorro helado, pero se deja beber. Todo transcurrre conforme lo previsto, cuando pasados un par de kms. noto que un bicho o algo, se me ha colado en el casco. Se mueve. Me acuerdo de las picaduras de abeja o avispa que me he llevado en Sierra Luenga. Me pongo nervioso, no se que narices se mueve ya en mi pelo ... intento con la mano que salga  y ... "cataplás" .... ¡al suelo!. La madre que las hechó a las caídas, ¡que hartito estoy, Dios mío!. Y siempre me ocurren en momentos de poco peligro, ya es mala suerte. Nada grave, pero llevo un buen raspón en el muslo derecho.

Tras otros 20 kms. rodando, y tras coronar una loma tendida, llegamos a Corral de Almaguer. La cara la llevo helada, y no me doy cuenta de ello hasta que paramos cerca de una iglesia, a tomar el café de rigor. Me quito el pañuelo, y no tengo sensibilidad en los morros ... vamos helados, congelados.

Nos tomamos un café con mis parientes de Corral de Almaguer, y ponemos rumbo de vuelta a casa, está vez pasaremos por Villa de D. Fadrique y Quero. El aire ahora me sopla de culo, y no veas si se nota, la bici va sóla. Poco cuesta mantener así las pulsaciones que marca el libro. Cruzamos el "río" Riánsares - no llaga a los 1:50 m. de anchura, me río de lo de "río" - y cogemos caminos que nos conducen con prontitud hasta Villa.

Desde aquí no encontré en el Wiki buenos caminos para rodar más o menos recto hasta Quero, por lo que cogí la carretera, poco transitada -eso sí-, que lleva a dicho pueblo. Desde aquí ya es todo conocido, pasamos por Piédrola y regresamos a casa con el esfuerzo ya hecho. 

2 comentarios:

  1. En Corral de Almaguer debuté hace 24 años como vendimiador en la cuadrilla del Señor Donato, amo y dueño de la gasolinera. Decía el Señor Donato, "Jaaaro, no eches tanta pampana".

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